La escritura,espejo encantado donde se
refleja la faz misteriosa del alma
En el transcurso de la historia muchos son los que han estado interesados en la relación que existe entre el texto manuscrito y la personalidad del que lo escribe.El primer tratado sobre este tema data de 1622 y los esfuerzos por la sistematización de la Grafología comenzaron en 1872, con el trabajo del Abad francés Juan Hipólito Michon, que dio nombre y sustancia a la Grafología. Tanto Michon como su compatriota Jules Crepieux-Jamin desarrollaron la Escuela de los Signos aislados, que pretendía relacionar elementos específicos de la escritura con rasgos de personalidad concretos.
- La firma es el sello más innegable de una persona, a través de la cual se puede revelar la verdad ineludible y oculta del YO interior. Es la representación del YO íntimo que no se puede cambiar soslayando algún trazo, porque siempre permanece al descubierto.
- En la rúbrica se ponen en evidencia las más recónditas ambiciones. Es una defensa, es la envoltura con que se protege o cubre el escribiente. Cuanto más cerrada es la rúbrica, más esconde el que escribe, su personalidad. En cambio si es sencilla, sin muchas complicaciones, es sinónimo de sinceridad. En el caso de no existir, indica relieve personal y una individualidad muy marcada.
Como ejemplos podemos ver:
Es una firma ilegible, ubicada a la derecha de la página, con letras más pequeñas que el texto. De forma curvácea y en línea recta. La rúbrica es complicada, muy próxima a la firma y de igual tamaño. Está cortada por dos rayitas y termina en forma de barrera.
La tendencia natural de esta persona es la actividad. Dinámica, vivaz e impaciente está preocupada por los mínimos detalles, pero es precavida ante los posibles riesgos provenientes del exterior. Trata siempre de proteger su intimidad. Es reservada y cautelosa y defiende con tenacidad sus sentimientos. Tiene una gran fuerza psico-física y decisión sobre las realidades externas y normalmente no se arrepiente de lo que hace. Sociable y cordial, con gracia y capacidad creadora, le gusta hacerse notar y producir "efecto". En sus relatos dramatiza los pormenores más ínfimos con el fin de crear suspenso y buscar la aprobación de los demás.
*Por último la firma de Pablo Casals (1876-1973), violonchelista, director de orquesta, compositor y también un hombre ejemplar por su comportamiento cívico y su permanente testimonio contra la injusticia:
Es una firma legible, de forma curvácea, ascendente y sin rúbrica, con gran presión.
Es una persona con claridad de intenciones y seguridad en la manera de pensar y actuar. Está contento de sí mismo y siente satisfacción y orgullo por la popularidad y triunfos obtenidos. Su espíritu es de lucha y de éxito. Amable y cordial, hay coincidencia entre su vida íntima y la forma en que se muestra profesionalmente. Su comportamiento es espontáneo y natural sin discordancias ni contradicciones. Muy independiente y de gran madurez mental, su individualidad y personalidad son muy destacadas. Se ha marcado una meta alcanzable, pero siempre con autenticidad y con un enfoque posible y realista. Tiene una exacta valoración de sí mismo y se mueve en sociedad con la importancia que, a su juicio, le corresponde. La "P" mayúscula representa el modelo de padre, la autoridad y la autoafirmación de la personalidad. En el caso de la "P" de Pablo, indica una figura paterna sólida y con buena imagen, válida en su educación y formación. Se desprendió de la dependencia de la infancia, logrando una buena afirmación de la personalidad y una autoestima bien cimentada con proyección hacia el futuro.
Como apreciamos, es apenas un extracto de lo más cotidiano que vemos. Más adelante publicaré una segunda parte para quienes les haya picado este mosquito curioso.